Arábica Expresso Bar prevee la apertura de dos nuevas franquicias 2015

Nació en 2008 con la intención de desarrollar un mercado local de consumo para los cafés llamados ‘especiales’ y en pocos años Arábica ha sido testigo de la evolución del público peruano, que cada vez se aventura más en busca de nuevas experiencias relacionadas con el café.

“La apuesta nace porque siendo conocedores del potencial del Perú para desarrollar cafés de altísima calidad nos parecía un poco ilógico destinarlos sólo a la exportación. Creíamos que era necesario que este producto se conociera en el mercado local y hemos notado que el público limeño está cada vez más interesado en conocer sobre la calidad de los cafés que consume”, señala David Torres Bisetti, gerente de Arábica espresso y slow bar.

La clave del éxito para la franquicia de hostelería ha sido entrar en toda la cadena de valor del café, partiendo de la selección del grano verde, escogido de diversas fincas y productores provenientes de distintas partes del Perú y pasando por el control de la transformación a grano tostado, trabajo que supervisan detalladamente desde la tostaduría Bisetti, parte de la familia Arábica.

A nivel de servicio los esposos David Torres y Hannah Scranton, socios y propietarios de Arábica, han apostado por ejecutar diversos formatos, el slow bar, el espresso y actualmente vienen desarrollando el gastrocafé. Las tres opciones son franquicias modulares bajo el concepto Arábica y es la estrategia con la que darán inicio a su despegue hacia otras ciudades dentro y fuera del país.

“La idea es que el cliente o la persona interesada en franquiciar pueda elegir cualquiera de los tres formatos dependiendo de su estudio de mercado y el público al que quiera dirigirse”, explica Torres.